Cuaderno de anotaciones ¿Los rostros de quién?

Al empezar a abordar las aproximaciones del objeto, que en este caso fue pensado con el carácter de un rostro, fue inevitable evadir las representaciones simbólicas que diversas culturas manifiestan en torno a sus creencias sobre el mundo no-material, del que Platón podría describir como un mundo inteligible, un espacio que tiene lugar, forma y un tiempo dado por medio del arte.

Entre estos imaginarios y sincretismos “nacieron los semblantes de dioses(as), seres y entidades cuya presencia se manifestarán al ocupar un cuerpo”.

Casi como en las posesiones y los exorcismos que la institución religiosa se ha encargado de satanizar se expresa la representación de lo no-humano, lo divino o sobrenatural.

Es así, el porqué de las máscaras como dispositivo.

El nacimiento de una máscara, Ilustración 2017 - Pedro G. Thorin

Entiendo que la representación no es más que una simulación de aquello que se aproxima a un estado que en esencia es único de su existencia, de su ser. Esta rebuscada manera de entender la representación me lleva al objeto, su materia y su uso, pues aunque su origen, como el de todo lo demás radique en el arte, su funcionalidad también parece limitarse a los aspectos que, en el caso de Colombia y algunos países del sur, radican en el Folklore y manifestaciones propias de la cultura humana, histórica y territorial.

Es en este sentido, que cuando un objeto cuya forma no solo habla de la presencia de aquello que no se puede percibir, sino de la identidad que tiene lugar en una escala y dimensión temporal propia del territorio, la memoria o el diálogo que tanto artista como la colectividad pueden evocar en sus manifestaciones se hace presente.

Pintura al óleo de rostro-insecto (2021) - Pedro G. Thorin.

¿Entonces, de quiénes son estos rostros?

Realmente es todo un tema, y seguramente no bastará un solo texto para aproximarnos a las múltiples formas de interpretación de estos rostros. Lo que a mi respecta, el contacto directo con la naturaleza (no-humana) se manifiesta en lo humano por medio arte para entrar en un rol de “medium” en el que la manifestación de estos seres se plasma en el gesto, tanto la cerámica como la pintura o el dibujo.

Por cada respuesta nacen otras dos preguntas.

Este papel de medium, que congela los entes en una vida en potencia, es propio del carácter del arte y de todas manifestaciones de estás disciplinas u oficios.

Particularmente, los rituales o hábitos que comúnmente se han interesado en mi óptica y proyección de la realidad, involucran aspectos que hacen parte de la hibridación cultural a causa de la globalización a modo de sincretismo o manifestación de la era posmoderna a la que esta sociedad líquida está expuesta. Sea cual sea el caso, el reconocimiento y la ingesta de enteógeno o plantas sagradas hace parte de los discursos que defienden la simbiosis humana entre organismos no-humanos para la supervivencia de otras especies, perspectivas y filosofías.

Kambó o Bufo mágico. (2021) Pintura al óleo