Anotaciones: Identidad y meta-existencia.

¿En donde radica la "chispa" de la vida si no es en la materialidad física y perceptible? Me pregunto mucho sobre como el rastro de lo ausente persiste en la memoria de lo viviente. Esa esencia que palpita en la memoria de los que todavía recuerdan y comprenden que fuera de lo vivo permanece la huella de un ser que extiende su presencia desde lo inteligible hasta lo tangible.

Si fuera la causa del oficio demostrar que existe un alma o cuerpo inmaterial que expresa la participación del ser o de lo que fue seria la del ente.

Puerta al inconsciente, la matriz o la ilusión de Maya. 2021

Más allá del objeto, en donde solo los vínculos que sostienen el dialogo entre la presencia de quién percibe la naturaleza de lo inerte develan la existencia del abismo. Ese absurdo limbo en que lo desconocido aflora hace parte del universo interno que habita en cada individuo. Fuera del bien, fuera del mal, los monstruos que Nietzsche describió alguna vez habrían de ser los semblantes que el constructo humano ha forjado sobre nuestra identidad, sobre nuestra especie.

Los puentes que comunican el contacto con el abismo radican en el arte.

Los códigos que nutren esta experiencia (el arte como vehículo) se encuentran en la mirada profunda al tejido vivo; este del que Platón enuncio como un mundo físico. Observar el abismo, habitar el abismo. Es el tejido. El abismo nos observa, nos habita. Somos tejido.