Arte y poder

¿El ser humano necesita del poder para suplir un índole social o necesidad existencial?

Desde nuestros inicios el poder ha sido aquel elemento que nos permite entender el mundo desde una misma manera, siendo la raíz de un condicionamiento social que se extiende hacia nuestra propia razón, juicio y todo aquello que podemos reconocer dentro de una estructura social. Aún así, es que por medio del arte el ser humano a logrado trastocar las formas en las que el poder se manifiesta, configurando nuestro desarrollo alrededor del mundo que habitamos desde tiempo inmemorables.

Las imagenes en las que se representan dioses míticos o relatos ancestrales tales como se pueden apreciar desde el medioevo e incluso periodos anteriores a este, nos demuestra el cómo nuestra especie ha generados un poder de juicios, razonamiento y de deducción que nos permite reconocer el mundo desde las limitaciones cognitivas que nuestra colectividad comparte. Es por ello, que el desarrollo de distintos ismos nacen con el propósito de encontrar aquello que se entiende como verdadero en una existencia tan compleja como la que nuestra vida es arrojada año tras año, generación tras generación...

La religión, las leyes e incluso la ética que se fundamenta en los dogmas instituidos por la colectividad histórica que representa al ser humano, son las conclusiones de una serie de deducciones que no han encontrado hoy en dia la verdad que todavía buscamos.

Siendo este el único sentido por el cual alimentamos nuestra existencia.

Esta razón por la que nosotros logramos encaminar nuestra búsqueda de aquello que creemos entender como "verdad" se convierte en el combustible de una marcha que se impone frecuentemente sobre nuestras cotidianidades, convirtiéndonos en una especie de "esclavos del la fórmula de reconocimiento del mundo".

¿El arte actualmente nos libera del poder o solo lo representa?

Con el paso de los años el ser humano ha logrado distinguir que el arte surge como una necesidad de representar las distintas formas e ideas que nuestra limitada condición permite. Estas ideas permitieron dar paso a distintas corrientes que desde el pasado hasta la actualidad rigen la vida. Perteneciendo propiamente a un lenguaje que se ha perfeccionado de manera independiente a el surgimiento de otras formas de diálogo y reproducción de la realidad.

Aún así, es debido a los dogmas que el arte también ha funcionado como un mecanismo de representación ideica de la sociedad, promoviendo una perspectiva que busca dominar el sentido de nuestras cotidianidades, tal y como ha ocurrido en el siglo XII, donde la imagen divina de dios empieza a encarnar el sufrimiento humano y poco a poco se deteriora hasta su muerte anunciada por Nietzsche en la modernidad.

La liberación de estos movimientos ha generado el desprendimiento de una lógica que dominaba actualmente el nuestras vidas, pero que a su vez, hace parte de una estructura panárquica de la que el arte se vale para representar el desmembramiento estructural de un poder en la que pertenece.

Es así como esta necesidad de manifestarnos por medios del arte se consagra como una forma de representación estructural del poder que rige nuestra existencia, pero que a su vez, se convierte en el mecanismo que permite empujar esta estructura hacia una liberación de la que surgirá otra nueva estructura.

Ver:

Historia de la locura en la edad media - M. Foucault

Diálogos sobre el poder - M. Foucault.