Cimiento social fue presentado durante una exposición realizada el 2018, en la sala de exposiciones de la pontificia universidad, con el fin de despertar un interés filosófico respecto a las edificaciones y la construcción de espacios.

Las edificaciones y construcciones poseen una carga simbólica, que al igual que cualquier imagen funcionan bajo el entendimiento e interpretación de quien lo observe. En este caso me extiendo a manifestar como los símbolos de poder fortalecen su presencia en el espacio, al igual que un cuerpo viviente que camufla y cambia con la cultura y la estética del territorio. Las estructuras arquitectónicas convierten en un cuerpo vivo que se volatiliza con el paso del tiempo y que obedece a las tendencias de la contemporaneidad, como los ismos de una soberanía adaptativa y subliminal.

Es un modo de jugar con la idea de que todo el símbolo (en este caso la religiosa) pues la idea que se comporta como un organismo cambiante, desencadena la idea de que todo es un cuerpo vivo en el mismo sentido de la imagen de manera orgánica, descomponiéndose en la memoria del espacio. Los edificios se convierten en símbolos de poder, se fortalecen en la presencia en el espacio como un cuerpo vivo, se camufla con la cultura y la estética del territorio.